El pasado viernes, un gran resplandor iluminó el cielo de Texas en Estados Unidos.
Aun sin confirmar, los expertos aseguran que se trataría de un meteorito que se pudo observar gracias al cinturón de asteroides que se actualmente se ubica entre las órbitas de Marte y Júpiter.

En un primer momento las suposiciones apuntaban a que la luz se trataba del reingreso del satélite de comunicaciones ruso Kosmos 2251, pero esta afirmación fue desestimada por la NASA.
Según las primeras investigaciones, habría restos rocosos del meteorito en algún lugar al norte de Houston, pero todavía se están realizando las mediciones para determinar el lugar exacto del impacto.

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