El agente de Perú ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Allan Wagner, recordó que pese a la intención del Perú de intercambiar opiniones con Chile sobre la frontera marítima que este país ya daba por establecida, el embajador Juan Miguel Bákula no halló respuesta clara en 1986. En el inicio de la fase oral del litigio marítimo, Wagner refirió que, más aún, a partir de 1990 el país del sur inició medidas unilaterales que se basaban en una frontera marítima que ya proponía como existente.
“Chile empezó a publicar cartas en las que pretendía mostrar que la frontera ya existía, pese a que no había publicado nada desde hace 40 años que se firmó el acuerdo de Santiago (1952). En estas, se presentaba ya una frontera. Perú se vio obligado a protestar y señalar que no había firmado tratado de delimitación marítima alguno”, indicó.
Wagner remarcó que en el 2004, el Perú planteó el comienzo de negociaciones bilaterales pero Chile rechazó esto otra vez. Hizo hincapié, además, en que intercambios diplomáticos posteriores demostraron que Santiago no tenía intensión de negociar el límite de las fronteras para todos los fines.
“Estas fueron las circunstancias que llevaron al Perú a iniciar proceso ante la Corte (…) Los diferendos se deberían resolver bajo fines pacíficos y por ello el Peru presentó una causa bajo el artículo 31 del Pacto de Bogotá con el fin de establecer una frontera equitativa entre ambos países”, detalló.
”Perú pide que la Corte delimite la frontera correspondiente entre las partes, partiendo de un punto denominado Concordia donde la frontera terrestre llega al mar. Perú tiene derecho a ejercer los títulos de soberanía y jurisdicción exclusivas sobre el área ubicada dentro de las 200 millas marinas de sus líneas de base pero más allá de las 200 millas de las líneas de base chilenas. Ello es lo que el Perú ha denominado el “Triángulo Exterior” en sus alegatos”, manifestó.
El agente peruano dijo también que el Perú se alarmó al comprobar que Chile señalaba en su Contramemoria que la frontera terrestre no estaba en la orilla del mar ubicada en el punto Concordia, sino “en tierra en el primer hito que se colocó según la demarcación de la frontera terrestre en 1930”.
“Demostramos en nuestra Réplica que el argumento chileno es insostenible; está en franca contradicción con lo acordado en el Tratado de 1929. Chile desistió de esta posición pero sigue sosteniendo que existe un límite marítimo a lo largo del paralelo geográfico que pasa por el primer hito y que la distancia entre este hito y el punto Concordia es insignificante. Este argumento es indignante y contrario al tratado de 1929”, expresó.
El también ex embajador explicó al tribunal que nuestro país aplica las normas del derecho internacional y, en ese sentido, “no pide nada más que aquello a lo que todos los estados costeros tienen derecho de acuerdo con el derecho internacional: el logro de una delimitación equitativa”. “El Perú siempre ha estado comprometido con la paz y el cumplimiento del derecho internacional”, resaltó.
Fuente - Diario Comercio
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